Escudriñar las Escrituras y Congregarse

Después de creer, es fundamental crecer espiritualmente a través de la Palabra de Dios y la comunión con otros creyentes.

📖 “Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.” – 1 Pedro 2:2

📖 “No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre...” – Hebreos 10:25

Después del bautismo, la vida cristiana continúa con el crecimiento en la fe, el estudio de las Escrituras y la participación en la comunidad cristiana, como el servicio en tu congregación y el servicio al prójimo. También implica vivir una vida íntegra, enfrentando las tentaciones y problemas con la ayuda del Espíritu Santo, y buscando siempre la comunicación con Dios a través de la oración y la acción de gracias. 

Después del bautismo cristiano, el creyente inicia una vida nueva como discípulo de Jesucristo, lo que implica un proceso continuo de crecimiento espiritual a través de la obediencia a los mandamientos de Cristo, la oración, el estudio de las escrituras y la participación en la comunidad de la iglesia. El bautismo también es un convenio público de seguir a Jesús y un símbolo de la transformación interior y la muerte al pecado, y a través de él se recibe la gracia del Espíritu Santo para vivir una vida nueva. 

Continuar en fe y práctica:

• Vivir una vida nueva: El bautismo marca el comienzo de una vida dedicada a seguir a Cristo, lo cual implica obedecer sus mandamientos. 

  
  

• Crecer en el conocimiento de Dios: Se debe profundizar en el conocimiento de Dios a través del estudio de la Biblia y las enseñanzas de la iglesia. 

  
  

• Oración y adoración: Es esencial mantener una relación constante con Dios mediante la oración diaria, la alabanza y la adoración. 

  
  

• Participar en la comunidad: Los creyentes deben reunirse con otros cristianos, apoyarse mutuamente y vivir en hermandad, compartiendo sus bienes y carismas.